La espectacular cantidad de fenómenos OVNI registrados en todo el país a lo largo del año que está por culminar y que permite ubicar un promedio de 1,33 caso por día, constituye para los investigadores la mayor oleada registrada desde que la era de los platos voladores empezó a hacer mella en los terrícolas, allá por 1947, y que puede abrir las puertas al contacto definitivo con otros mundos afincados en el universo.
Con 496 casos registrados en el país hasta hoy por la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO), la actividad ovnilógica que tuvo lugar a lo largo del año es una de las más importantes en la magnitud y calidad de los casos apuntados, con acontecimientos realmente extraordinarios como los registrados en Chicoana, Salta, y recientemente en Calamuchita.
La razón de ser a tanta manifestación incluye avistajes, OVNIS “fantasmas”, inexplicables explosiones aéreas, caída de bólidos, evisceración de animales y misteriosos contactos con entidades de apariencia humana, tiene que ver con lo que los investigadores asocian con el acercamiento que cada 26 meses concretan la Tierra y Marte.
Oleada histórica
Quien se asocia a esa hipótesis con la cual comulgan investigadores del fenómeno OVNI es el presidente de la FAO, Luis Burgos, que está convencido que en ese supuesto se sostiene la oleada histórica que tuvo al cielo del país como principal escenario.
Al trazar un ‘racconto’ de los hechos apuntados por la fundación, Burgos consideró que sin duda “el caso del año” fue el de Chicoana, donde aparentemente inteligencias alienígenas dejaron marcas sorprendentes en campos de trigo ubicados en las afueras de esa ciudad salteña.
Pero más allá del hecho puntual, Burgos hizo hincapié en los 496 casos registrados en el 2008, a un promedio de más de un caso por día, en una sucesión de episodios que si bien era esperados por los investigadores autóctonos, nunca en la cantidad registrada.
OVNIS en la ciudad
Los datos de la FAO ubican en el primer lugar a enero de este año como el que mayor actividad concentró, en sintonía con el pronóstico de la fundación que había anticipado a fines de 2007 unos 200 casos para el año siguiente, cifra que se vio más que duplicada.
A criterio de Burgos, San Carlos de Bariloche se convirtió en una de las zonas donde se produjo una cantidad significativa de avistamientos, recobrando un nivel de actividad ovnilógica que había tenido en otros años pero también hubo hechos trascendentes en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
“Hubo un número importante de hechos que fueron denunciados desde la Capital, puntualmente en los barrios de la zona norte y siguiendo ese derrotero -aclaró Burgos-, en distintos puntos del conurbano donde hubo registros de actividad aportados incluso en Vicente López y San Isidro”.
Avalancha de OVNIS
A la hora de calificar el fenómeno que rondó los 500 casos, Burgos precisó que “estamos frente a una avalancha de casos que cuantitativamente se convierten, dijo, “en la mayor oleada que se haya registrado desde 1947” y que supero los cálculos de la FAO.
Dicha oleada dejó muy atrás la estimación del equipo de investigadores de Burgos que aseguró a EXPEDIENTES SECRETOS que aquello “que pronosticamos para todo el 2008 se cumplió de modo increíble en los primeros 5 meses del año, con una efectividad asombrosa en cantidad, horarios y regiones como blanco elegido”.
En ese marco, el “período de meseta” que en algún momento debió establecerse, es decir una merma en los casos que se sucedieron a lo largo del año, “contrarió el patrón normal registrado en otras épocas donde incluso los meses de invierno eran los que registraban las mayores apariciones” de OVNIS, sostuvo Burgos.
Rumbo al contacto definitivo
“Nuestro vaticinio indicaba incluso que los meses preferentes para la oleada del 2008 iban a girar entre junio y noviembre, pero hemos visto que los casos importantes siguieron este mes, donde el 17 de diciembre se registró un múltiple avistamiento en Calamuchita”.
Convencido sobre que estos casos “van a continuar” porque como investigador no ve elementos que indiquen que la proliferación del fenómeno esté por interrumpirse, Burgos evaluó la posibilidad que tamaña actividad ovnilógica tenga un significado aun más trascendental: el contacto definitivo con inteligencias de otros mundos.
“Somos muy cautos cuando nos preguntan si toda esta actividad nos está diciendo algo porque, obviamente, es un tema delicado”, argumentó, “pero quizás detrás de todos estos casos haya una puerta dispuesta a abrirse hacia algo que quizás sea histórico”.
La experiencia como investigador de un fenómeno atrapante como el de la realidad OVNI llevó a Burgos a considerar “el 2012 ó el 2014” como los años posibles de un encuentro de semejante trascendencia entre civilizaciones. Mientras tanto -finalizó- “hay que concluir que estamos en épocas de algo cercano”.
Por
SEBASTIAN ARANGUREN
INFORMADO HOY
POR
CONTACTO OVNI EN CHILE
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