La telequinesis
Los especialistas denominan telequinesis o telequinesia, a la supuesta capacidad que posee la especie humana no solo para desplazar objetos sino influir en otros fenómenos parapsicológicos como la levitación, la modificación de su estructura física , entre otros casos.
Rhine estudió la telequinesis
Los especialistas denominan telequinesis o telequinesia, a la supuesta capacidad que posee la especie humana no solo para desplazar objetos sino influir en otros fenómenos parapsicológicos como la levitación, la modificación de su estructura física , entre otros casos.
Rhine estudió la telequinesis
El término fue inventado en 1890 por el psicólogo ruso investigador Alexander N. Aksakof y, durante años, personas desinformadas han confundido la palabra quinesis con movimiento, cuando ella proviene del griego "kineo" y significa yo muevo.
De otro lado, la palabra psicokinesis fue citada por primera vez en 1914 por el estadounidense Henry Holt en su libro “En las Relaciones Cósmicas” y la adoptó su amigo, el parapsicólogo estadounidense J.B. Rhine , en 1934, para sus experimentos sobre la influencia de una persona en el juego de dados.
Los dos términos se refieren a los desplazamientos físicos que se producen por influencia mental, distante o remota, con una dirección intencional consciente sobre la materia.
En un primer momento, la telequinesis se aplicó al movimiento de objetos presuntamente originado por fuerzas mentales o fantasmas de personas que fallecieron, espíritus traviesos, demonios u otras fuerzas sobrenaturales.
Al estudiar la capacidad de los humanos como fuente de los fenómenos presenciados, sin ninguna conexión a un escenario espiritualista, el término psicoquinesis se incorporó al léxico para diferenciarlo del uso más temprano de telequinesis.
La psicoquinesis fue el término preferido por la comunidad parapsicológica pero la cultura popular, sin embargo, impuso el uso de la telequinesis en el cine, la televisión, y la literatura, para describir el movimiento paranormal de objetos, probablemente por el parecido de la palabra a otras condiciones, como la telepatía y teleportación.
Fluido psíquico
Energía mentalLa mayoría de los especialistas coinciden en definir la telequinesis como una energía mental o fluido psíquico capaz de afectar la materia, no solo desplazándola sino incluso modificando su estructura, como doblar objetos de metal.
Otros términos utilizados son la energía biótica y telergia para definir la fuerza que emana del cuerpo y que forma un campo electromagnético , sin que sea necesario ser un iluminado mental para desarrollar esta habilidad ya que, según se asegura, con la práctica cualquier persona que utilice el 10 o 15% de su poder mental podría ejercitarse en este fenómeno. Un sector de investigadores y físicos afirma que la capacidad del cuerpo humano para crear energía es diversa, tanto magnética, electrostática y electromagnética, y mover hasta 300 kilos de peso.
En ese sentido, consideran que la persona no genera un poder que mueva esa cantidad de materia sino que es capaz de eliminar las fuerzas gravitatorias que actúan sobre esa materia. En todo caso, es una energía que proviene de las capas profundas de la mente
La Telergia no solamente se relaciona con el desplazamiento de la materia sino que en otras ocasiones también se señala como una de las causas de las psicofonías y ruidos al modificar la energía acústica, lo que se conoce como “Tiptología”.
De otro lado, la palabra psicokinesis fue citada por primera vez en 1914 por el estadounidense Henry Holt en su libro “En las Relaciones Cósmicas” y la adoptó su amigo, el parapsicólogo estadounidense J.B. Rhine , en 1934, para sus experimentos sobre la influencia de una persona en el juego de dados.
Los dos términos se refieren a los desplazamientos físicos que se producen por influencia mental, distante o remota, con una dirección intencional consciente sobre la materia.
En un primer momento, la telequinesis se aplicó al movimiento de objetos presuntamente originado por fuerzas mentales o fantasmas de personas que fallecieron, espíritus traviesos, demonios u otras fuerzas sobrenaturales.
Al estudiar la capacidad de los humanos como fuente de los fenómenos presenciados, sin ninguna conexión a un escenario espiritualista, el término psicoquinesis se incorporó al léxico para diferenciarlo del uso más temprano de telequinesis.
La psicoquinesis fue el término preferido por la comunidad parapsicológica pero la cultura popular, sin embargo, impuso el uso de la telequinesis en el cine, la televisión, y la literatura, para describir el movimiento paranormal de objetos, probablemente por el parecido de la palabra a otras condiciones, como la telepatía y teleportación.
Fluido psíquico
Energía mentalLa mayoría de los especialistas coinciden en definir la telequinesis como una energía mental o fluido psíquico capaz de afectar la materia, no solo desplazándola sino incluso modificando su estructura, como doblar objetos de metal.
Otros términos utilizados son la energía biótica y telergia para definir la fuerza que emana del cuerpo y que forma un campo electromagnético , sin que sea necesario ser un iluminado mental para desarrollar esta habilidad ya que, según se asegura, con la práctica cualquier persona que utilice el 10 o 15% de su poder mental podría ejercitarse en este fenómeno. Un sector de investigadores y físicos afirma que la capacidad del cuerpo humano para crear energía es diversa, tanto magnética, electrostática y electromagnética, y mover hasta 300 kilos de peso.
En ese sentido, consideran que la persona no genera un poder que mueva esa cantidad de materia sino que es capaz de eliminar las fuerzas gravitatorias que actúan sobre esa materia. En todo caso, es una energía que proviene de las capas profundas de la mente
La Telergia no solamente se relaciona con el desplazamiento de la materia sino que en otras ocasiones también se señala como una de las causas de las psicofonías y ruidos al modificar la energía acústica, lo que se conoce como “Tiptología”.
Nina Kulagina
Nina KulaginaUno de los casos más célebres se registró durante la Guerra Fría entre Washington y Moscú, con la rusa Nina o Ninel Sergeyevna Kulagina (1926- 1990) a quien se le atribuía enormes poderes psíquicos, especialmente en telequinesis, y cuyos videos en blanco y negro, sin audio, conmocionaron al mundo.
En las filmaciones se le observaba aparentemente moviendo objetos sin tocarlos, demostrando sus habilidades bajo condiciones supuestamente controladas por las autoridades soviéticas que investigaron al milímetro los últimos 20 años de su vida.
Nina declaraba que requería un periodo de meditación para despejar su mente de todo pensamiento para manifestar ese "poder", lo que provocó que sus detractores especularan sobre una farsa.
Ella replicaba que, una vez que había obtenido la concentración requerida, frecuentemente le quejaba un fuerte dolor en su espina dorsal y de vista borrosa.
Video de Kulagina
Uno de los experimentos más famosos se registró en el laboratorio de Leningrado, el 10 de marzo de 1970, cuando los científicos investigaban si las habilidades de Nina podían ser utilizadas en las células, los tejidos y los órganos.
Sergeyev junto con otros científicos presenciaron cuando Nina intentó utilizar su energía para detener el latido del corazón de una rana. Ella se concentró intensamente en el corazón de la rana y aparentemente le hizo latir más rápido, luego muy lentamente y, utilizando en extremo sus habilidades, lo detuvo.
A fines de los 70, un infarto cardíaco la obligó a disminuir sus actividades. El reporte d el Dr. Zverev señaló que su latido cardíaco de Nina Kulagina era irregular, tenía alta presión sanguínea y presentaba su sistema endocrino alterado.
Nina empezó a sufrir constantes dolores en brazos y piernas, falta de coordinación y vértigos, lo que se atribuyó al uso constante de sus actividades paranormales, por lo que limitó su uso de la telequinesis solo bajo situaciones controladas.
Los poderes de la ya fallecida Nina Kulagina fueron investigados y verificados por gran cantidad de científicos y constituyen uno de los aportes más importantes para el estudio de la telequinesis.
Uri Geller
Nació en Tel Aviv, Israel, el 20 de diciembre de 1946, y comenzó su carrera como “mago” en las discotecas donde publicitaba sus habilidades paranormales como la telequinesis, la telepatía y la búsqueda de agua subterránea.
Al poco tiempo su fama creció al aumentar sus habilidades doblando objetos metálicos y , lo que era aún más insólito, detener o acelerar el mecanismo de los relojes, sin aparentemente ninguna fuerza física aplicada sobre ellos.
En su biografía relata se dio cuenta por primera vez de sus habilidades cuando tenía cuatro años. Cuenta que estaba en el jardín de una familia árabe, al lado de su casa, cuando fue golpeado por una luz desde el cielo que le tiró al césped, tras lo cual corrió a decírselo a su madre. Poco después, mientras tomaba sopa, su cuchara se dobló y se rompió.
Geller ha despertado polémica entre quienes aceptan sus poderes mentales sobre la materia y quienes le atribuyen sofisticados trucos ilusionistas, por lo que es un caso que debe ser tratado con mayor amplitud.
En busca del “arma mental”
Durante la Segunda Guerra Mundial, el dominio de la telequinesis fue uno de los objetivos del régimen nazi, donde Adolfo Hitler, conocido por su interés en lo paranormal, insistía en la probabilidad de utilizar este fenómeno como una especie de “arma mental”.
En su obsesión por dominar al mundo, con un Reich que ”duraría mil años”, Hitler financió a numerosos grupos de científicos en la búsqueda del poder mental para mover grandes objetos o la lectura del pensamiento mediante la telepatía.
Se comenta que, ante el temor de enfurecer a Hitler y su camarilla nazi, muchos de los científicos daban largas al asunto, sin llegar a conclusiones definitivas pero con “proyecciones” basadas en las especulaciones más fantasiosas.
Lo cierto es que, después del conflicto bélico que ensangrentó al mundo, en la ex Unión Soviética, se prosiguió las investigaciones con los científicos alemanes capturados y, poco tiempo después, en Estados Unidos, se empezó con los experimentos en ese sentido, con resultados polémicos por lo que continúan los estudios.
INFORMADO HOY
POR
GALAXIA ORION
Nina KulaginaUno de los casos más célebres se registró durante la Guerra Fría entre Washington y Moscú, con la rusa Nina o Ninel Sergeyevna Kulagina (1926- 1990) a quien se le atribuía enormes poderes psíquicos, especialmente en telequinesis, y cuyos videos en blanco y negro, sin audio, conmocionaron al mundo.
En las filmaciones se le observaba aparentemente moviendo objetos sin tocarlos, demostrando sus habilidades bajo condiciones supuestamente controladas por las autoridades soviéticas que investigaron al milímetro los últimos 20 años de su vida.
Nina declaraba que requería un periodo de meditación para despejar su mente de todo pensamiento para manifestar ese "poder", lo que provocó que sus detractores especularan sobre una farsa.
Ella replicaba que, una vez que había obtenido la concentración requerida, frecuentemente le quejaba un fuerte dolor en su espina dorsal y de vista borrosa.
Video de Kulagina
Uno de los experimentos más famosos se registró en el laboratorio de Leningrado, el 10 de marzo de 1970, cuando los científicos investigaban si las habilidades de Nina podían ser utilizadas en las células, los tejidos y los órganos.
Sergeyev junto con otros científicos presenciaron cuando Nina intentó utilizar su energía para detener el latido del corazón de una rana. Ella se concentró intensamente en el corazón de la rana y aparentemente le hizo latir más rápido, luego muy lentamente y, utilizando en extremo sus habilidades, lo detuvo.
A fines de los 70, un infarto cardíaco la obligó a disminuir sus actividades. El reporte d el Dr. Zverev señaló que su latido cardíaco de Nina Kulagina era irregular, tenía alta presión sanguínea y presentaba su sistema endocrino alterado.
Nina empezó a sufrir constantes dolores en brazos y piernas, falta de coordinación y vértigos, lo que se atribuyó al uso constante de sus actividades paranormales, por lo que limitó su uso de la telequinesis solo bajo situaciones controladas.
Los poderes de la ya fallecida Nina Kulagina fueron investigados y verificados por gran cantidad de científicos y constituyen uno de los aportes más importantes para el estudio de la telequinesis.
Uri Geller
Nació en Tel Aviv, Israel, el 20 de diciembre de 1946, y comenzó su carrera como “mago” en las discotecas donde publicitaba sus habilidades paranormales como la telequinesis, la telepatía y la búsqueda de agua subterránea.
Al poco tiempo su fama creció al aumentar sus habilidades doblando objetos metálicos y , lo que era aún más insólito, detener o acelerar el mecanismo de los relojes, sin aparentemente ninguna fuerza física aplicada sobre ellos.
En su biografía relata se dio cuenta por primera vez de sus habilidades cuando tenía cuatro años. Cuenta que estaba en el jardín de una familia árabe, al lado de su casa, cuando fue golpeado por una luz desde el cielo que le tiró al césped, tras lo cual corrió a decírselo a su madre. Poco después, mientras tomaba sopa, su cuchara se dobló y se rompió.
Geller ha despertado polémica entre quienes aceptan sus poderes mentales sobre la materia y quienes le atribuyen sofisticados trucos ilusionistas, por lo que es un caso que debe ser tratado con mayor amplitud.
En busca del “arma mental”
Durante la Segunda Guerra Mundial, el dominio de la telequinesis fue uno de los objetivos del régimen nazi, donde Adolfo Hitler, conocido por su interés en lo paranormal, insistía en la probabilidad de utilizar este fenómeno como una especie de “arma mental”.
En su obsesión por dominar al mundo, con un Reich que ”duraría mil años”, Hitler financió a numerosos grupos de científicos en la búsqueda del poder mental para mover grandes objetos o la lectura del pensamiento mediante la telepatía.
Se comenta que, ante el temor de enfurecer a Hitler y su camarilla nazi, muchos de los científicos daban largas al asunto, sin llegar a conclusiones definitivas pero con “proyecciones” basadas en las especulaciones más fantasiosas.
Lo cierto es que, después del conflicto bélico que ensangrentó al mundo, en la ex Unión Soviética, se prosiguió las investigaciones con los científicos alemanes capturados y, poco tiempo después, en Estados Unidos, se empezó con los experimentos en ese sentido, con resultados polémicos por lo que continúan los estudios.
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GALAXIA ORION
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